sábado, 2 de enero de 2016





Que no te arroje la noche
A su manto oscuro
Dormida ya la tarde
Entre las ramas colgada
Sonidos delirantes
Que no te arrojen
Contra el frio muro
De la puerta cerrada
A cal y canto
Que no te arroje la noche
Al vacío inoportuno
De la voz callada
De la sombra sobre el asfalto
Que no te arroje la noche
ni atardecer ni madrugada
dejando en tu cálida  espalda
vanos y oquedades
que te llevan a la nada
profunda de las soledades
que no te censuren el grito
ni el sorbo ni la cascada
de querer salir del tiempo
aunque sea quemando naves.

2 comentarios:

  1. Qué alegría saber de ti también por este mundo de la poesía. Me encanta el ritmo. Un abrazo, amiga invisible.

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  2. De hecho la poesía no es lo mío, pero me agrada tu manera de expresión. Esta es para leerla en voz alta...
    Un abrazo.

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