sábado, 8 de junio de 2013



¿QUIERES JUGAR CONMIGO?














-Tienes que hacer tu maleta, mañana nos vamos de vacaciones

-¿Y el espejo? ¿Me le puedo llevar?

- Claro que puedes.

-Elena, esta manía del niño con ese espejo no es sana. ¿Por qué no se lleva los patines?

-Al niño le gusta jugar con el espejo.

-Pero sería más natural que le gustara salir a pasear en bicicleta con el primo

-El primo es muy diferente a él, no se parecen en nada.

-Pero Elena, no es normal que hable con el espejo.

-Él no habla con el espejo.

- Por esta vez voy a dejar que lleve el espejo, pero en cuanto regresemos irá directamente al trastero.

-¿Vas a abandonarle en un cuarto oscuro? ¿Vas a volver a hacerlo?

-¿Abandonarle? me refiero al espejo. Elena no empieces, no tuvimos la culpa.

-Yo no soy culpable, fuiste tú quien lo castigo.

-Fue un accidente Elena.

- Le encerraste en el garaje.

- Le dije que se fuera a pensar lo que había hecho, no sabía que el freno no estaba puesto, te lo he explicado mil veces. Fue un accidente.

-Deja que juegue con el espejo, su reflejo es lo único que le queda de su hermano gemelo.


2 comentarios:

  1. Una perspectiva del desdoblamiento que tiene tanto de físico como de psíquico. Muy interesante, y también muy bien construida la lucha de pareja por la culpa.
    Enhorabuena, Begoña.
    Juan M

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  2. Cuantos veces los matamos, incluso aunque vuelvan indemnes del garaje o del tratero...
    Uffffff, no sé si tomarme una tila o un barril de vermú. Para recuperarme, digo.
    Abracitos.

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