jueves, 12 de abril de 2012

.




He aprendido a subir por tu espalda, 
a trepar por tus sueños
 Por cada gota de sangre que recorre tus venas
 Por cada una de tus miradas
 Por cada una de tus palabras 
De tus frases pensadas
 esas que apenas 
son pronunciadas 
He aprendido a sentir el frio 
si tus manos están heladas 
El calor que albergue tu alma 
El crepitar de tus ojos
 lo siento antes de encenderse  la llama
 He aprendido como retornar cuando soy necesitada 
Cuando tus cientos de dudas
 se quedan en mi abandonadas 
Cuando en la noche oscura 
cierras la puerta hasta mañana 
Y habiendo aprendido todo de ti 
sin haberte tenido 
habiendo visto el color añil
 de una lagrimas 
Siendo quien más te conoce
 De ti, no soy nada

1 comentario:

  1. Begoña, qué emoción, cuánta entrega sin esperar recompesa: puro amor.
    Me ha encantado. Incita a volverlo a leer, respirar su esencia, aprender del poema para ser mejor persona.
    Creo que me tendrás mucho por aquí:)
    Un saludo.

    ResponderEliminar