EL REY PASMADO
El rey prometió la mejor yeguada
del reino, un palacio fortificado y la mano de su hija, al caballero que
partiera y regresara con el más valioso obsequio para la princesa. Así,
partieron cinco jóvenes en busca de aquello que les proporcionara una vida
digna de rey. Tras varios meses de espera, ningún joven había regresado. El rey,
creyendo que los jóvenes se esforzaban en encontrar el regalo perfecto, decidió
esperar un tiempo más. Diez años pasaban ya, cuando el rey, consultando
con los sabios del reino, comenzó a sospechar que los caballeros no regresarían,
que tal vez entre caminos saqueados por bandidos, montañas difíciles de atravesar
o mares imposibles de surcar, los jóvenes habían fallecido, y viendo que los
años hacían mella en su hija decidió casarla con el primer caballero que se
ofreciera a unirse en matrimonio con la princesa y prometiera darle pronto un
heredero. Un año más tarde llegaron noticias de los cinco jóvenes ausentes. Cada
uno de ellos había conquistado ricas tierras, islas colmadas de tesoros y
joyas, cuantiosos ganados y hermosas mujeres. Y entonces, el pueblo entero entre
risas y burlas se hizo la misma pregunta ¿Acaso tu hubieses vuelto?
Me gusta tu relato, Begoña, gracias por compartirlo con todos nosotros.
ResponderEliminarMe ha parecido un buen final, ya que realmente me esperaba dos diferentes y no sabía cual iba a ser , pero finalmente me has sorprendido porque ninguno de los que tenía en mente ha coincidido con el tuyo. Genial !
Este relato puede servir también como reflexión: la avaricia.
Creo que la avaricia es siempre mala consejera.
Un abrazo
Rosa.