Carmen abre las ventanas de la casa para que entre el aire y respiren las paredes. Es indiscutible que su tío había sido un buen fotógrafo de bautizos y comuniones, pero la limpieza nunca se le dio bien. Se remanga la blusa y se entrega a un baile de plumero y escobas. Mueve sillas, sofás y mesas. Y ya en la segunda planta, barre los vestigios acumulados desde la desaparición de su tío. Justo al introducirse el escobón bajo la cama, este encuentra un obstáculo que le impide moverse. Ella, poniendo rodillas en suelo, asoma su cabeza bajo el somier y encuentra el objeto que frena el movimiento. Un retrato de su tío, originalmente confeccionado con fotografías infantiles. Sabía que la mirada del joven fotógrafo aparecido en el pueblo vecino, la había visto antes. Carmen se mira al espejo y descubre arrugas alrededor de sus ojos, observa sus manos y ya no encuentra en ellas la tersura de la juventud, por ella están pasando los años. En un monólogo interior se dice que siempre le gustó la fotografía y toma una decisión. ¿Por qué no? Acaso el arte también se herede.
...traigo
ResponderEliminarecos
de
la
tarde
callada
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
COMPARTIENDO ILUSION
BEGOÑA
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE DJANGO, MASTER AND COMMANDER, LEYENDAS DE PASIÓN, BAILANDO CON LOBOS, THE ARTIST, TITANIC…
José
Ramón...