LA BÚSQUEDA DEL CAMINANTE
Se propuso encontrar una estrella en el cielo, que aliviara su soledad. No era una estrella al azar la que buscaba, sin embargo todas se la parecían. La confusión le mantuvo vagando por años. En el camino encontró una estrella de intensa luz, creyó ver en ella la eterna iluminación. Pronto comprendió, que su destello duraría poco, y de nuevo se encontraría en la penumbra y así fue, la estrella dejó de iluminarle haciendo de sus días un mundo gris.Una estrella joven, recién creada, mantuvo su esperanza. La estrella joven no comprendía sus palabras, sus noches de tranquilidad, ella quería volar. Siguió buscando y volvió a encontrar otra estrella similar a las otras; luz brillante, casi cegadora, pero tampoco resultó ser la que él necesitaba. Una tras otras, en la búsqueda siempre mancillaban la fe de dejar de estar sólo y sin luz, pero a ninguna le duraba el resplandor demasiado, no entendían ni compartían su manera de sentir. Dejó de buscar y dedicó su vida al camino en soledad, apartándose de la noche, para no sentir a las estrellas en el firmamento. Y un día tras una tormenta, apareció un cielo limpio y claro y entre las nubes una estrella brillaba sin demasiada luz, sin demasiada voz. Apartada de sus hermanas parecía menos importante que ellas. El la miró varias veces y quiso alejarse, creyendo que sería una más. Continúo su camino. Cuando él se sentaba en las piedras del rio a meditar, la estrella se situaba sobre su cabeza, silenciosa,haciendo más lúcidos sus pensamientos. Si sus pies le conducían por un estrecho y rocoso camino, la estrella lo iluminaba al irse el sol. Durante un largo tiempo la estrella lo siguió, mientras su luz se hacía cada vez más intensa. El la esperaba cada noche. En voz baja la contaba cómo le había ido el día, y ella sonreía. Con el tiempo no pudo prescindir de su nueva compañera, ella escuchaba sus lamentos, reía con sus ocurrencias, los sueños de ambos se mecían como en un estrecho abrazo,compartían el camino uno al lado del otro, y sin apenas darse cuenta ,la soledad abandonó el alma del caminante, al encontrar esa estrella que apareció sin ser buscada.
1º premio ( parábola y amor) Tarragona 2005
Ya no se que pensar. Si eres real, ¿qué eres?Entre la música que nos colocas , las palabras y el significado, o eres una ninfa, o un ente abstracto, comparto esta idea con Fernando Lavín. En mis años de literatura nunca encontré alguien que supiera expresar como lo haces tu, y no sólo eso, es como eliges la música.Seguro que no eres humana.Un besazo desde Ribamontan al mar
ResponderEliminarCreo que me sobrevalorais, ¿ Una ninfa? Jajaja, me encanta que os guste, pero hay mucha gente que escribe muchísimo mejor que yo, lo mio es una pequeña afición,no me hagáis sentir lo que no soy. Os excedéis un poco, pero os lo agradezco, aunque ¡Cuánto me queda por aprender! Me alegro de que al menos mi propósito de crear lejos de todo el ruido de esta vida, un espacio tranquilo, se vaya cumpliendo. Un abrazo , de momento desde Valladolid.
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