lunes, 10 de septiembre de 2012

    AIRE                                               

-Si te cuesta respirar, asoma la cabeza a la ventana, el aire entrará en tus pulmones.
Esa fue la única frase que le dirigió aquella noche mientras la desataba. Sus manos se retorcían oprimiendo las uñas en las palmas, pero la sangre que manaba de ellas no le asustó.El corazón le palpitaba tanto que podía escuchar su bombeo.
-Asoma la cabeza a la ventana- sonaba una y otra vez en su cerebro, y los puños se hacían cada vez más pequeños.
-Si te cuesta respirar...- sufrió la ironía de la frase y la sangre impregnó sus uñas.
-El aire entrará en  tus pulmones- odió  el aire que le rodeaba y sus ojos se clavarón  en los cristales de la ventana.
Una ráfaga de viento, unas cortinas danzando, unos barrotes sueltos, un salto en el camino, el aire entró en su vida: Jamás volvería a tocar a su niña, nunca mas pondría sus manos sobre ella,
-¡Nunca! -Gritó  mientras le veía caer al vació y respiró.

1 comentario:

  1. Trepidante y duro. Me gusta, dosificas las emociones al lector hasta que al final, le dejas respirar tranquilo...

    Un abrazo
    Paloma Hidalgo

    ResponderEliminar