RE CORDIS
-Sí, papá, pero, ¿y esa?
-No hijo, no, esa no.
-Sabes que también has de tomarla, los cuidadores me dicen
que la escondes en la servilleta. Es como las otras. Venga, un vaso de agua y
trágatela.
- No, esa no.
-Es para la memoria, papá. Recordarás mejor las cosas, con
ella no se te olvidará quien soy yo.
- ¿Y yo quién soy?
-Lo ves papá.
- ¿Por qué estoy aquí?
-La tomarás quieras o no quieras.
-Tómala tú, te vendrá bien para recordar quién soy yo y por
qué estoy aquí.
Buena apuesta Begoña, me ha gustado mucho el tema y su tratamiento dulce como la enfermedad del olvido y dura al ismo tiempo.
ResponderEliminarAbrazos. Nos leemos.
http://montesinadas.blogspot.com.es/
A veces olvidamos a quienes no recuerdan.
ResponderEliminarJM
Sugerente y demoledor. Aunque, si me permites, hay algún despiste ortográfico, sobre todo de puntuación. La prisa, a veces, tiene esos tributos.
ResponderEliminarAbrazos, siempre