sábado, 26 de octubre de 2013








 RE  CORDIS

-Sí, papá, pero, ¿y esa?

-No hijo, no, esa no.

-Sabes que también has de tomarla, los cuidadores me dicen que la escondes en la servilleta. Es como las otras. Venga, un vaso de agua y trágatela.

- No, esa no.

-Es para la memoria, papá. Recordarás mejor las cosas, con ella no se te olvidará quien soy yo.

- ¿Y yo quién soy?

-Lo ves papá.

- ¿Por qué estoy aquí?

-La tomarás quieras o no quieras.

-Tómala tú, te vendrá bien para recordar quién soy yo y por qué estoy aquí.


3 comentarios:

  1. Buena apuesta Begoña, me ha gustado mucho el tema y su tratamiento dulce como la enfermedad del olvido y dura al ismo tiempo.
    Abrazos. Nos leemos.
    http://montesinadas.blogspot.com.es/

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  2. A veces olvidamos a quienes no recuerdan.
    JM

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  3. Sugerente y demoledor. Aunque, si me permites, hay algún despiste ortográfico, sobre todo de puntuación. La prisa, a veces, tiene esos tributos.
    Abrazos, siempre

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